Tanto en la derecha como en la izquierda, los movimientos buscan definir sus cartas para una contienda que se anticipa altamente polarizada y fragmentada. En el Centro Democrático, la senadora Paloma Valencia oficializó su aspiración presidencial con la campaña “Colombia Power”, anunciando que su ciclo en el Congreso ha terminado.

Valencia se suma a una lista de precandidatos del uribismo que incluye a María Fernanda Cabal, Paola Holguín, Andrés Guerra y el recién incorporado Miguel Uribe Londoño, padre del senador asesinado.

El partido definirá su candidato único mediante una encuesta a finales de 2025.

Por otro lado, en el Pacto Histórico, la lista de aspirantes para la consulta interna del 26 de octubre se ha ampliado a nueve nombres, incluyendo al exalcalde Daniel Quintero y al polémico exfuncionario Alfredo Saade, quien declinó la embajada en Brasil para competir. Saade ha propuesto una Asamblea Constituyente para permitir la reelección de Gustavo Petro. El presidente Petro, en una reunión con su bancada, pidió mantener la unidad, no vetar a Quintero y conformar una lista cerrada y única al Senado para evitar la fragmentación. Mientras tanto, trece aspirantes de centro y derecha, entre ellos David Luna, Enrique Peñalosa y Mauricio Cárdenas, se reunieron para explorar la posibilidad de una gran consulta interpartidista en marzo de 2026, buscando unificar una alternativa al oficialismo. Este reacomodo de fuerzas evidencia la intensa actividad preelectoral y la búsqueda de estrategias para capitalizar tanto el apoyo como el descontento con el actual gobierno.