El encuentro del expresidente Iván Duque con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, desató una fuerte reacción del presidente Petro, quien lo acusó de respaldar un "genocidio".
En su cuenta de X, Petro afirmó: "Les importa nada que haya un genocidio, que mueran por hambre personas, que bombardeen niños".
Duque, por su parte, defendió su visita como un acto para fortalecer la innovación social y la inversión, calificando a Netanyahu como un "cercano amigo y aliado del pueblo colombiano". Paralelamente, Petro negó la existencia del Cartel de los Soles, calificándolo como una "excusa ficticia de la extrema derecha para derribar gobiernos". Esta declaración provocó una dura respuesta del congresista estadounidense Carlos Giménez, quien advirtió que Petro "acaba de firmar su propia sentencia".
El presidente colombiano replicó desafiante: "Usted no tiene derecho a sentenciar a ningún presidente elegido popularmente en Latinoamérica (...) Y si la verdad cuesta la cárcel, pues preso voy".
Estos cruces verbales reflejan no solo una ruptura con la política exterior del gobierno anterior, sino también una creciente tensión con sectores políticos de Estados Unidos.











