Por su parte, Marelen Castillo afirmó: "No hay nada de qué retractarnos.

Lo que dice la carta es la realidad".

Benedetti, a su salida, se defendió: "Me tratan de agresor de mujeres y no hay ningún hecho para que digan eso, no hay ningún argumento, no hay ninguna prueba". La representante Lina Garrido confirmó que no había "ánimo conciliatorio" y que el proceso judicial continuará su curso, advirtiendo que Benedetti parece usar las vías judiciales para silenciar a la oposición, especialmente a las mujeres.