El intento de conciliación judicial entre el ministro del Interior, Armando Benedetti, y seis congresistas a quienes denunció por injuria y calumnia terminó sin acuerdo. Las parlamentarias se negaron a retractarse de sus señalamientos sobre presunta violencia de género, mientras que el ministro insiste en que las acusaciones son infundadas y afectan su honra. La audiencia, celebrada en la Corte Suprema de Justicia, fue convocada a raíz de una denuncia de Benedetti contra las representantes Lina María Garrido, Katherine Miranda, Julia Miranda, Catherine Juvinao, Marelen Castillo y Carolina Giraldo. El origen del conflicto fue una carta enviada por las congresistas al presidente Petro, en la que expresaban su desacuerdo con el nombramiento de Benedetti como ministro, citando cuestionamientos sobre su comportamiento. Tras la diligencia fallida, las congresistas defendieron su derecho a la libre expresión y al control político. "Rechazamos categóricamente que el señor Armando Benedetti esté instrumentalizando la justicia para acosar, hostigar, e intimidar a las mujeres congresistas", declaró Catherine Juvinao.
Por su parte, Marelen Castillo afirmó: "No hay nada de qué retractarnos.
Lo que dice la carta es la realidad".
Benedetti, a su salida, se defendió: "Me tratan de agresor de mujeres y no hay ningún hecho para que digan eso, no hay ningún argumento, no hay ninguna prueba". La representante Lina Garrido confirmó que no había "ánimo conciliatorio" y que el proceso judicial continuará su curso, advirtiendo que Benedetti parece usar las vías judiciales para silenciar a la oposición, especialmente a las mujeres.
En resumenEl fracaso de la conciliación entre el ministro Armando Benedetti y seis congresistas evidencia una profunda tensión entre el Ejecutivo y un sector del Legislativo. El caso, que ahora seguirá la vía judicial, pone de relieve el debate sobre los límites del control político, la libertad de expresión y las acusaciones de violencia de género en la alta política colombiana, marcando un precedente de confrontación directa entre un ministro y parlamentarias de oposición.