El exalcalde de Medellín, Daniel Quintero, confirmó su inscripción como precandidato presidencial para la consulta del Pacto Histórico del 26 de octubre. Su aspiración, marcada por propuestas radicales y un espaldarazo del presidente Petro, genera profundas tensiones y rechazo en sectores de la coalición que cuestionan su trayectoria e investigaciones por corrupción. La confirmación de Daniel Quintero como precandidato del Pacto Histórico ha intensificado las divisiones dentro de la coalición de gobierno. A pesar de enfrentar imputaciones por presunta corrupción, Quintero oficializó su aspiración con un discurso que promete "resetear la política en Colombia", proponiendo cerrar el Congreso y convocar una constituyente. Su llegada no es bien vista por todos; figuras como Susana Muhamad y Gustavo Bolívar han expresado su rechazo, y Quintero ha respondido acusando a una "izquierda miope y sectaria" y al "Soviet del Parkway" de intentar sacarlo del camino.
En un momento, llegó a poner en duda su permanencia, afirmando: "Mi presencia en el Pacto Histórico no está garantizada".
Sin embargo, un diálogo con el presidente Gustavo Petro parece haberle dado el espaldarazo necesario para continuar.
Un análisis de 'Al Oído' de W Radio sugiere que "el round lo ganó Daniel Quintero", ya que Petro, de manera pragmática, lo ve como una figura capaz de ampliar la base electoral más allá de la militancia tradicional. Quintero se ha comprometido a respaldar al ganador de la consulta si pierde, pero su retórica disruptiva y su habilidad para dominar la conversación digital lo posicionan como un competidor formidable frente a precandidatos más tradicionales como Iván Cepeda.
En resumenLa precandidatura de Daniel Quintero en el Pacto Histórico evidencia una profunda fractura en la coalición de gobierno. Mientras su figura genera rechazo en sectores tradicionales por investigaciones de corrupción, su discurso radical y el respaldo del presidente Petro lo posicionan como un actor clave para las elecciones de 2026. La consulta de octubre definirá no solo un candidato, sino el futuro y la unidad del proyecto progresista en Colombia.