Diversos sectores políticos, desde el Centro Democrático hasta el Partido Liberal, han calificado la 'Paz Total' como un “fracaso total”.
El expresidente César Gaviria afirmó que la política ha “fracasado en su propósito de reducir la violencia”, argumentando que los grupos criminales “se sienten envalentonados”. El senador Ariel Ávila, aunque apoya la búsqueda de la paz, reconoció que “la política de paz ha fracasado, pero el problema no es la política de paz, es la política de seguridad que también está fracasando”. Esta percepción se sustenta en informes que indican una expansión territorial de grupos como el Clan del Golfo y las disidencias de las FARC, quienes habrían aprovechado los ceses al fuego para consolidar su poder. El procurador general, Gregorio Eljach, hizo un llamado directo al presidente Petro, advirtiéndole que “la búsqueda de la paz es loable y legítima (...) pero ello no puede hacerse a expensas de la seguridad de la nación y las vidas de los colombianos”. La respuesta del gobierno ha sido un endurecimiento del discurso, calificando a estos grupos como terroristas y ordenando una ofensiva militar, lo que para muchos representa un viraje forzado ante la evidencia del deterioro del orden público.












