Las autoridades atribuyeron este acto a la estructura Jaime Martínez del Estado Mayor Central (EMC), liderado por alias ‘Iván Mordisco’.

El presidente Petro calificó el hecho como una “reacción terrorista” y una “masacre” contra la población civil, vinculándolo a las derrotas militares que la columna ‘Carlos Patiño’ había sufrido en el Cañón del Micay. La respuesta institucional incluyó la militarización de Cali, la instalación de un Puesto de Mando Unificado (PMU) permanente y el ofrecimiento de recompensas millonarias para capturar a los responsables.