En un comunicado, solicitó a Nicaragua "reconsiderar su decisión para revocar dicha protección internacional".

El ministro del Interior, Armando Benedetti, calificó la negativa como un acto "inamistoso y agresivo". Por su parte, el presidente Petro atribuyó la decisión a su mala relación con Daniel Ortega, a quien acusa de traicionar a los sandinistas, y al pasado de González como combatiente del M-19 en Nicaragua.