Tras el asesinato del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, el Centro Democrático enfrenta un proceso de reconfiguración interna para definir su candidato único de cara a las elecciones de 2026. El expresidente Álvaro Uribe Vélez ha tomado un rol activo, instando a los precandidatos a acelerar la definición y abriendo la puerta a la inclusión de un quinto aspirante que recoja el legado del fallecido congresista. El líder del partido sugirió a los actuales precandidatos —María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Paola Holguín y Andrés Guerra— reunirse con Miguel Uribe Londoño, padre del senador asesinado, para decidir si se suma un nuevo nombre a la contienda. Uribe Vélez fue enfático en que cualquier nuevo aspirante “debe ser en cabeza de un militante del partido”, cerrando la puerta a figuras externas como Juan Carlos Pinzón, con quien se reunió recientemente.
Esta postura generó tensiones internas, ya que la senadora Cabal había declarado que el acuerdo inicial no contemplaba un quinto candidato. “No quedó escrito que entrara un quinto”, afirmó, aunque reconoció que se conversó sobre la posibilidad y que no se opondría “mientras sea de adentro”.
Las miradas apuntan a Miguel Uribe Londoño o al representante Andrés Forero como posibles reemplazos.
La colectividad acordó que la elección del candidato único se realizará mediante una encuesta internacional, posiblemente con la firma AtlasIntel, cuyos resultados se conocerían entre octubre y noviembre.
El objetivo es consolidar una candidatura fuerte que pueda liderar una gran coalición de oposición en las consultas interpartidistas de marzo de 2026.
En resumenEl Centro Democrático atraviesa un momento crucial de definición política, marcado por el magnicidio de Miguel Uribe Turbay. Bajo la dirección de Álvaro Uribe, el partido busca unificar sus fuerzas y seleccionar un candidato competitivo, aunque el proceso revela tensiones internas sobre las reglas y la posible inclusión de un nuevo aspirante para mantener la cohesión del uribismo.