La visita de una delegación de alto nivel de Estados Unidos, encabezada por los senadores Bernie Moreno y Rubén Gallego, ha marcado un punto de inflexión en las relaciones con Colombia. Los encuentros con el presidente Gustavo Petro, líderes de oposición y empresarios se desarrollaron en un contexto de tensiones por la seguridad, la lucha antidrogas y los acercamientos del gobierno colombiano con Venezuela y China. La reunión en la Casa de Nariño, descrita por el ministro del Interior, Armando Benedetti, como “bacana y espléndida”, buscó fortalecer la cooperación económica y en seguridad. Benedetti aseguró que los congresistas estadounidenses mostraron disposición de “borrar lo que ha pasado y mirar hacia adelante”, e incluso se comprometieron a ayudar para que Colombia no sea descertificada en la lucha antidrogas.
Sin embargo, en otros escenarios, los senadores expresaron sus preocupaciones.
El demócrata Rubén Gallego manifestó su disgusto por el acercamiento del gobierno a Venezuela, mientras que el republicano Bernie Moreno cuestionó los vínculos con China, advirtiendo que es un “competidor estratégico” de EE.
UU.
La delegación también sostuvo reuniones con precandidatos presidenciales y alcaldes, y participó en el Congreso de la ANDI.
Moreno, de origen colombiano, tuvo un encuentro privado con Miguel Uribe Londoño, padre del senador asesinado Miguel Uribe Turbay, y visitó al expresidente Álvaro Uribe, a quien elogió como “el presidente que más ha hecho por Colombia”. Estas reuniones con figuras de la oposición envían un mensaje político significativo en un momento de alta polarización y de cara a las elecciones de 2026.
En resumenLa visita de los senadores estadounidenses evidencia un esfuerzo por mantener la alianza estratégica con Colombia, aunque no sin señalar preocupaciones sobre la política exterior del gobierno Petro. Los encuentros con el oficialismo y la oposición reafirman el interés de Washington en la estabilidad democrática y la seguridad del país, en un momento clave para la certificación antidrogas y la redefinición de las prioridades bilaterales.