Durante un conversatorio virtual del Centro Democrático, Uribe Vélez afirmó que “el magnicidio de Miguel Uribe Turbay fue instigado por un mínimo de 40 mensajes del Alto Gobierno, que se convertían en invitaciones, por lo menos implícitas, para que la delincuencia procediera como procedió”. La respuesta del presidente Petro fue inmediata y contundente a través de la red social X: “Deje de sembrar odio, Uribe. Su deber es, como condenado, no sembrar más rupturas de convivencia”.
Petro también negó que el atentado contra Uribe Turbay, así como el perpetrado contra el representante Julio César Triana, tuvieran motivaciones políticas, una afirmación que contradice la versión de la Fiscalía, que el 20 de junio había señalado lo contrario. Esta declaración generó el rechazo de congresistas de oposición como Paola Holguín y Julio César Triana, quienes le recordaron al presidente la postura del ente acusador y le exigieron acciones para proteger a la oposición. El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, se sumó a las críticas, declarando: “Yo no puedo afirmar que Petro es el responsable de la muerte de Miguel Uribe, pero estoy absolutamente convencido que si Petro no fuera el presidente, Miguel estaría vivo”. La confrontación ha sido alimentada por precandidatos y figuras políticas de ambos lados, como Gustavo Bolívar, quien criticó la activa participación política de Uribe mientras cumple una condena domiciliaria.