La Corte Suprema de Justicia ha declarado culpable al general en retiro Rodolfo Palomino, exdirector de la Policía Nacional, por el delito de tráfico de influencias. El fallo de primera instancia concluye que Palomino utilizó indebidamente su cargo y poder para presionar a una fiscal con el fin de evitar la captura de un empresario. Los hechos se remontan a febrero de 2014, cuando Palomino, entonces director de la Policía, se dirigió a la residencia de la fiscal Sonia Velásquez para interceder por el empresario Luis Gonzalo Gallo, investigado por concierto para delinquir, lavado de activos y desplazamiento forzado en el marco de la parapolítica. Según la Corte, Palomino “aprovechó su autoridad y usó indebidamente el cargo y poder jerárquico para ejercer presión sobre una funcionaria judicial”.
La fiscal grabó la conversación, que se convirtió en prueba clave del proceso, donde el general calificaba a Gallo de “filántropo” y mencionaba sus conexiones con figuras de alto nivel. La Fiscalía ha solicitado una pena de entre 7 y 12 años de prisión, descartando beneficios como la prisión domiciliaria. Por su parte, la defensa de Palomino pidió la prescripción del caso y, en su defecto, la pena mínima, mientras el general reiteró su inocencia y solicitó permanecer en libertad para educar a sus nietos. La Corte determinó que Palomino continuará en libertad mientras se conoce la sentencia definitiva, al considerar que no existe riesgo de fuga.
En resumenLa condena contra el general (r) Rodolfo Palomino es un fallo de alto impacto que sanciona el abuso de poder en una de las instituciones más importantes del país. Esta decisión de la Corte Suprema sienta un precedente sobre la responsabilidad de los altos mandos y refuerza el principio de independencia judicial frente a las presiones de otros poderes del Estado.