Este movimiento estratégico reubica a una figura política controvertida del círculo cercano del poder en un puesto diplomático de alta relevancia para las relaciones sudamericanas. La gestión de Saade en la Casa de Nariño fue breve pero intensa, marcada por polémicas como su insistencia en promover la reelección presidencial, lo que generó tensiones dentro del gabinete. Su salida y posterior nombramiento fueron confirmados por él mismo a través de sus redes sociales, donde afirmó que el presidente Petro le encomendó “seguir construyendo relaciones de éxito con Suramérica”. La hoja de vida de Saade ya fue publicada en el portal de aspirantes de la Presidencia, un paso previo a la oficialización del nombramiento. Analistas interpretan este cambio como una jugada del gobierno para gestionar las tensiones internas generadas por Saade, al tiempo que lo mantiene en una posición de influencia en el exterior. Su reemplazo provisional como jefe de despacho será Raúl Moreno, un filósofo con una larga trayectoria de trabajo junto a Petro.
El nombramiento de Saade en Brasil es significativo, dado que este país es un socio estratégico clave para Colombia, especialmente en la preparación de la cumbre ambiental COP30 que se celebrará en Belém do Pará.