Esta afirmación fue secundada por el alcalde Federico Gutiérrez.

Petro, por su parte, rechazó estas imputaciones y declaró que se defenderá del “odio político”.

En un discurso en Boyacá, afirmó que en los homenajes a Uribe Turbay sonaron “las palabras de la venganza” y se busca que “los colombianos se maten entre sí”. Este enfrentamiento verbal evidencia una profunda fractura en el diálogo político, donde la violencia se ha convertido en el principal punto de la agenda, erosionando la confianza y dificultando la búsqueda de consensos.