La disputa por la soberanía de la isla Santa Rosa en el río Amazonas ha escalado la tensión diplomática entre Colombia y Perú, con una serie de incidentes que incluyen la detención de ciudadanos colombianos y actos simbólicos de reclamo territorial. La controversia se intensificó luego de que el presidente Gustavo Petro declarara que Colombia "no reconoce la soberanía de Perú sobre la isla" y que esta no ha sido adjudicada conforme al Protocolo de Río de Janeiro de 1934. El conflicto sumó un nuevo episodio el 12 de agosto, cuando autoridades peruanas detuvieron a dos contratistas colombianos que realizaban labores de topografía y batimetría para un proyecto de Invías en Leticia. El presidente Petro calificó la detención como "ilegal" y un "secuestro". Por su parte, la Cancillería del Perú rechazó las declaraciones de Petro, reafirmó su soberanía sobre la isla —que denomina Chinería— basándose en tratados históricos, y acusó a los colombianos de atentar contra la soberanía nacional. La tensión aumentó con un acto del precandidato presidencial Daniel Quintero, quien izó una bandera de Colombia en la isla, lo que fue calificado por Perú como una "provocación". La bandera fue retirada por autoridades peruanas, quienes a su vez izaron la suya bajo custodia militar.
El Congreso peruano, en respuesta, aprobó una moción para declarar a Quintero "persona no grata".
A pesar de la tensión, la canciller encargada de Colombia, Rosa Villavicencio, confirmó la participación de Perú en la Cumbre Amazónica en Bogotá, afirmando que "la diferencia no implica que haya mala relación".
En resumenLa disputa por la isla Santa Rosa ha generado una escalada de tensiones entre Colombia y Perú, con detenciones y actos provocadores que ponen a prueba las relaciones bilaterales. Aunque ambos gobiernos mantienen canales de diálogo abiertos, la controversia territorial en una zona estratégica del Amazonas sigue sin resolverse y se ha convertido en un punto focal de la política exterior colombiana.