La tragedia se acentúa por el paralelismo histórico con el asesinato de su madre, la periodista Diana Turbay, en 1991. Uribe Turbay, de 39 años, se había consolidado como una de las figuras más visibles de la oposición al gobierno de Gustavo Petro y fue el senador más votado en las elecciones de 2022. Su muerte ha provocado una ola de rechazo unánime y llamados a la unidad nacional desde todas las orillas políticas, incluyendo al presidente Petro, quien calificó el hecho como “una derrota para Colombia y la Vida”, y al expresidente Álvaro Uribe, quien lamentó que “mataron la esperanza”. La conmoción ha trascendido fronteras, con pronunciamientos de condena por parte de gobiernos y líderes internacionales, como el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y la ONU, quienes han exigido justicia y garantías para la democracia. El Congreso de la República y varias alcaldías, como las de Bogotá, Medellín y Barranquilla, decretaron tres días de duelo, suspendiendo la agenda legislativa para rendirle homenaje en cámara ardiente.