El presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez protagonizaron un acto de reconciliación pública durante la conmemoración de la Batalla de Boyacá en Leticia, Amazonas, tras meses de evidentes tensiones y distanciamiento. La presencia de Márquez junto al mandatario en un evento de alto perfil simbólico fue interpretada como un intento de proyectar unidad en la cúpula del poder ejecutivo, en un momento de crecientes rumores sobre una ruptura interna. Las diferencias entre ambos se habían hecho públicas, con cuestionamientos a la gestión de Márquez en el Ministerio de Igualdad y su mención en audios sobre un supuesto plan para desestabilizar al Gobierno. Según informes de prensa, la relación se había deteriorado al punto de que la comunicación era casi inexistente. Sin embargo, el encuentro en Leticia, descrito como fruto de mediaciones silenciosas, marcó un punto de inflexión.
Fuentes citadas por los medios indicaron que la vicepresidenta, quien inicialmente no planeaba asistir, le dijo al presidente: “Vine por usted, presidente”.
El gesto fue correspondido por Petro con un abrazo y una celebración de su presencia. Este reencuentro representa un cambio en la dinámica de poder dentro del Gobierno, buscando disipar la percepción de una crisis interna y realinear a las dos figuras más importantes del Ejecutivo de cara al último año de mandato.
En resumenTras meses de distanciamiento y tensiones públicas, el presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez escenificaron una reconciliación durante los actos del 7 de agosto en Leticia. Este gesto busca proyectar unidad en la cúpula del Gobierno y calmar los rumores de una ruptura interna.