La salida de la ministra, sumada a la del líder afro Carlos Rosero del Ministerio de Igualdad, ha sido interpretada como un distanciamiento del presidente con los liderazgos de los pueblos étnicos. En su reemplazo, Petro designó como ministra encargada a Irene Vélez, actual directora de la ANLA y exministra de Minas, quien también ha enfrentado controversias.

Esta constante rotación ministerial, con un promedio de un nuevo ministro cada mes y medio, refleja una significativa inestabilidad en la cúpula del poder ejecutivo. La dificultad para consolidar equipos de trabajo y la aparente falta de ejecución del programa de gobierno, como lo ha mencionado el propio presidente, evidencian un desafío de gobernabilidad que podría intensificarse en el último año de su mandato.