La protesta, motivada por deudas del Estado, una alta carga tributaria y el incumplimiento de acuerdos, evidencia una profunda crisis social y económica en la región.

El conflicto tiene tres motores principales.

Primero, la deuda de la empresa Gensa con pequeños y medianos productores de carbón, que supera los 26.000 millones de pesos. Segundo, el nuevo IVA del 29 % sobre el carbón y otros gravámenes que, según los manifestantes, dispararon los costos de producción. Tercero, el incumplimiento de acuerdos firmados en 2024 con los campesinos de zonas de páramo sobre la Ley 1930 de 2018, que regula el manejo ambiental y restringe sus actividades productivas. Los diálogos del fin de semana fracasaron, según los voceros, por la ausencia de viceministros, lo que fue considerado "una burla". La vocera Yaneth Fonseca advirtió que la movilización será "indefinida" hasta obtener un cronograma de pagos y un alivio tributario. Los bloqueos se concentran en la vía Tunja-Bogotá a la altura del Puente de Boyacá, así como en Paipa, Belén y la vía del Cusiana, afectando la movilidad y el abastecimiento en el centro del país.

El gobernador Carlos Amaya advirtió que los bloqueos "empeoran los problemas regionales".