El presidente Gustavo Petro intensificó sus críticas contra el Banco de la República, acusando a su junta directiva de mantener las tasas de interés elevadas con un “propósito político” para frenar el crecimiento económico de su gobierno. El mandatario calificó de “falacia” la independencia del banco emisor, profundizando la tensión entre el poder ejecutivo y la autoridad monetaria. A través de sus redes sociales, Petro argumentó que, a diferencia del gobierno anterior, al que el banco le habría mantenido tasas de interés reales negativas, su administración ha enfrentado un aumento sostenido de esta tasa, lo que, en su opinión, obstaculiza la producción y la generación de empleo. “La junta directiva no ha bajado la tasa de interés real, que es lo que importa, como afirmó públicamente el doctor Leonardo Villar”, declaró el presidente, contradiciendo directamente al gerente del banco.
Petro sostuvo que esta política monetaria restrictiva busca deliberadamente perjudicar su gestión.
Además, el mandatario señaló que el Banco de la República desacata una sentencia de la Corte Constitucional que le ordena considerar en sus decisiones no solo la estabilidad de precios, sino también el crecimiento del empleo y la equidad. Estas declaraciones se producen en un contexto en que el emisor ha mantenido su tasa de intervención en 11,25% desde diciembre de 2023, argumentando la persistencia de riesgos inflacionarios.
El enfrentamiento refleja visiones opuestas sobre el manejo económico y genera incertidumbre sobre el respeto a la autonomía institucional.
En resumenLa arremetida del presidente Petro contra el Banco de la República escala el debate sobre la política económica, al atribuir intenciones políticas a las decisiones técnicas del emisor. Al cuestionar la independencia del banco, el mandatario genera un clima de incertidumbre que podría afectar la confianza de los mercados y la estabilidad macroeconómica del país.