El presupuesto para 2026 representa un incremento de $40,6 billones respecto al de 2025. Según el ministro de Hacienda, Germán Ávila, el mayor aumento se concentrará en los gastos de funcionamiento, que subirían en más de $42,7 billones, aunque aseguró que se mantendrán los niveles de inversión. La nueva reforma tributaria, que se presentará de forma separada al presupuesto tras solicitudes de congresistas, buscará recaudar entre $19,6 billones y $25,4 billones para financiar el presupuesto sin comprometer la inversión social. Sin embargo, la propuesta genera escepticismo en un contexto político adverso. El exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, criticó duramente el manejo económico del Gobierno, afirmando que “las finanzas públicas ya están destrozadas”. Restrepo cuestionó el uso de la cláusula de escape de la regla fiscal, advirtiendo que condenará al país a tener en 2025 y 2026 “los peores niveles de déficit fiscal y deuda pública en la historia de Colombia, incluida la pandemia”. El presidente Gustavo Petro había condicionado la firma del presupuesto a ajustes que lo alinearan con su plan de gobierno, señalando que “el gasto social debe crecer. Si no hay ingresos suficientes la financiación se llama deuda”.
