La controversia escaló cuando el presidente denunció que un buque cargado de carbón zarpó desde Puerto Drummond el 24 de julio, calificándolo como un “desafío a mi gobierno”. En un acto conmemorativo de la Armada, Petro fue enfático: “No sale una tonelada de carbón para Israel. Es mi orden como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Colombia y asumo la responsabilidad”. El mandatario justificó su decisión amparándose en el Tratado General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), que permite a los Estados suspender relaciones comerciales en casos de guerra. Sin embargo, esta orden presidencial choca con autorizaciones emitidas por su propio gobierno. Documentos del Ministerio de Comercio, fechados en octubre de 2024, reconocen a Drummond una “situación jurídica consolidada” para exportar a Israel hasta 2028. La empresa minera respondió que sus exportaciones se han realizado conforme al Decreto 1047 de 2024 y con autorización expresa del Gobierno. El exministro de Comercio, Luis Carlos Reyes, fue señalado directamente por Petro de haber incluido “una trampa” en dicho decreto. La medida ha sido calificada como “dictatorial” por figuras de la oposición como Vicky Dávila, mientras que gremios como AmCham Colombia advierten que es un “pésimo antecedente para el comercio exterior”.
