El intercambio comenzó cuando Uribe acusó a Petro de mentir sobre su proceso judicial y de intentar intimidar a los jueces. “Presidente Petro, deje el vicio de mentir”, escribió el exmandatario, adjuntando publicaciones anteriores de Petro sobre el caso. El presidente respondió asegurando que no se ha pronunciado sobre el juicio por respeto al proceso y a la independencia judicial. “Mi deber es proteger esa decisión, cualquiera que sea, y a la persona que la profiera”, afirmó Petro, añadiendo que no se debe presionar a los jueces. La réplica de Uribe fue contundente: “Sobre la amenaza que me lanza el presidente Petro, la recibo como la de un cobarde que ha venido perdiendo la capacidad de embolatar a los colombianos. Estaré listo para repetirle en la cara, ojalá más cerca, lo que le dije en el Senado: sicario moral”. El expresidente también vinculó sus acusaciones con el reciente atentado contra el senador Miguel Uribe, sugiriendo que los señalamientos de Petro contra la oposición atizan la violencia. Este cruce de acusaciones refleja la profunda polarización del país y la batalla por la narrativa pública en un momento judicialmente crucial para uno de los líderes políticos más influyentes de las últimas décadas.
