Bolívar afirmó que su objetivo es continuar con las reformas estructurales promovidas por el Gobierno actual, priorizando las transformaciones en los sistemas laboral, pensional, de salud y educación. En un tono desafiante hacia el legislativo, aseguró que no entregará “cuotas del Estado a cambio de apoyos en el Congreso” y que no se dejará “chantajear de congresistas”. Uno de los puntos más autocríticos de su discurso fue el reconocimiento de falencias en la lucha contra la corrupción, declarando: “Hemos perdido la bandera anticorrupción y hay que recuperarla”. La candidatura única del Pacto Histórico se definirá mediante una consulta abierta a la ciudadanía el próximo 26 de octubre, donde Bolívar se enfrentará a otras figuras del movimiento como Susana Muhamad, Carolina Corcho, Daniel Quintero y María José Pizarro. El excongresista enfatizó que todos los precandidatos han firmado un pacto para respetar el resultado y apoyar al ganador, buscando llegar con una candidatura unificada al Frente Amplio y posteriormente a la primera vuelta presidencial. Su postulación formaliza la carrera por el liderazgo del progresismo y abre un debate interno sobre la continuidad y los ajustes necesarios al proyecto político del actual gobierno.