La controversia se desató tras la publicación de una llamada interceptada el 9 de junio, dos días después del ataque a Uribe, en la que un hombre apodado ‘El Mono’ le dice a un interlocutor en Bucaramanga: “Se me cayó el sicario de Bogotá, el que mandé a matar al alcalde de Bogotá. Se me cayó en Bosa, tiene 13 años”. La mención de un sicario menor de edad y la proximidad temporal con el atentado a Uribe encendieron las alarmas. El propio alcalde Galán confirmó haber sido informado de la amenaza por las autoridades hace semanas. “Confío en las investigaciones y estoy trabajando en contacto permanente con Fiscalía y Policía”, declaró. El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, también confirmó que se reforzaron las medidas de seguridad para el alcalde. Sin embargo, la Fiscalía General emitió un comunicado aclarando que la llamada corresponde a una “broma” entre dos expendedores de estupefacientes en Bucaramanga y que, por ahora, no hay evidencia de un plan real contra Galán. A pesar de esta aclaración, figuras de la oposición como el expresidente Álvaro Uribe y el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, vincularon la amenaza al “crecimiento de las mafias con la complacencia y amparo del gobierno Petro”.
