Esta acción es una escalada significativa, ya que va más allá de las sanciones económicas previas del Departamento del Tesoro, que ya había catalogado al cartel como una entidad terrorista global en julio. Según Rubio, el grupo es “responsable de la violencia terrorista en todo el hemisferio, así como del tráfico de drogas hacia Estados Unidos y Europa”.

La designación como FTO proporciona una base legal para acciones más contundentes, que según congresistas como Carlos A. Giménez, podrían incluir acciones militares dentro del marco legal estadounidense.

La existencia y estructura del 'Cartel de los Soles' ha sido cuestionada por expertos y negada por los gobiernos de Venezuela y Colombia, que lo consideran un “invento” de Washington para justificar su hostilidad. A pesar de ello, la medida ha sido secundada por aliados de EE.

UU. en la región, como Ecuador, Paraguay y Argentina, que también han catalogado al grupo como organización terrorista.