Sin embargo, esta versión fue rotundamente desmentida por el número dos del oficialismo, Diosdado Cabello, quien calificó la información como “mentira” y aseguró que “nada puede poner en riesgo” la continuidad del gobierno.

La Casa Blanca también descartó públicamente dicho plan.

Paralelamente, se ha reportado que el presidente Trump autorizó a la CIA a desarrollar planes para una operación encubierta en Venezuela, que podría incluir sabotaje, acciones cibernéticas o campañas de desinformación. Estos movimientos sugieren una estrategia de doble vía por parte de Washington: por un lado, explorar opciones clandestinas para forzar un cambio de régimen y, por otro, mantener una postura pública inflexible que rechaza cualquier transición gradual. La combinación de estas tácticas alimenta un ambiente de conspiración y desconfianza, haciendo que una solución negociada a la crisis parezca cada vez más lejana.