Las operaciones contempladas podrían ser de diversa índole, incluyendo 'sabotaje o algún tipo de operación cibernética, psicológica o informativa'.

Este enfoque complementa la presión militar visible en el Caribe y las sanciones económicas, buscando debilitar al gobierno de Nicolás Maduro desde adentro. La existencia de estos planes encubiertos se suma a los otros escenarios que Estados Unidos evalúa, que van desde el diálogo hasta una intervención militar directa. La combinación de una fuerza militar abrumadora en la región y la autorización para que la CIA actúe de forma clandestina configura una estrategia multifacética y agresiva. Para algunos analistas, esto confirma que el objetivo final de la administración Trump es forzar la salida de Maduro del poder por cualquier medio necesario, ya sea a través de la coacción militar, la presión diplomática o la desestabilización interna.