Esta colaboración militar en una nación geográficamente muy próxima a Venezuela ha sido calificada por Nicolás Maduro como 'irresponsable' y una 'amenaza grave'.
De manera similar, se han reportado entrenamientos militares estadounidenses en la selva de Panamá. Estas acciones demuestran una estrategia de Washington para fortalecer sus alianzas de seguridad en la región y aumentar su capacidad operativa en el Caribe. Sin embargo, la cooperación no está exenta de tensiones. El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, aunque defendió la cooperación con EE.
UU., se vio obligado a aclarar que su país 'no apoyará ningún acto hostil contra Venezuela', evidenciando el delicado equilibrio que deben mantener los países de la región. Estos ejercicios militares, combinados con el despliegue naval, refuerzan la percepción de un cerco estratégico alrededor de Venezuela, aumentando la inestabilidad y el riesgo de un enfrentamiento directo.













