El presidente Donald Trump ha intensificado la presión sobre Venezuela al confirmar que está considerando opciones militares y al declarar enigmáticamente que ya ha tomado una decisión sobre los próximos pasos a seguir. Estas declaraciones, sumadas a informes de prensa sobre reuniones en la Casa Blanca, refuerzan la percepción de que una intervención militar es una posibilidad real. En varias ocasiones, Trump ha dejado claro que la opción militar está sobre la mesa. Ha afirmado que no descarta desplegar tropas en Venezuela y ha expresado su orgullo por la idea de destruir “fábricas de cocaína en Colombia” y atacar carteles en México. Su retórica se volvió más concreta cuando, al ser consultado sobre Venezuela, afirmó: “En cierto modo tomé una decisión”, aunque se negó a dar detalles, añadiendo que se han logrado “avances” para detener el flujo de drogas.
Estas afirmaciones no ocurren en el vacío.
Medios como 'CBS News' y 'The Washington Post' han reportado que altos mandos militares presentaron a Trump “opciones actualizadas para operaciones en Venezuela, incluyendo ataques terrestres”.
Una reunión secreta en la Casa Blanca para debatir estas opciones habría tenido lugar un día después del anuncio de la 'Operación Lanza del Sur'. Aunque el mandatario minimizó públicamente la posibilidad de una guerra en noviembre, sus acciones y declaraciones sugieren que la planificación militar está en una etapa avanzada. La combinación de la retórica presidencial, el masivo despliegue naval y los informes sobre deliberaciones internas configura un escenario en el que la amenaza de una acción militar directa es cada vez más creíble.
En resumenDonald Trump ha alimentado la especulación sobre una inminente acción militar contra Venezuela con declaraciones directas en las que no descarta el uso de la fuerza y asegura haber tomado ya una decisión, lo que, junto a informes sobre planificación militar, incrementa la presión sobre el régimen de Maduro.