Esto incluye el “despliegue masivo de medios terrestres, aéreos, navales, fluviales y misilísticos”.
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino, afirmó que la Fuerza Armada está preparada para cualquier escenario.
La retórica del gobierno venezolano ha sido contundente. Maduro ha declarado que una intervención militar significaría “el fin político” de Donald Trump y ha acusado a Estados Unidos de intentar desestabilizar la región.
Además, ha denunciado que la ofensiva estadounidense “va dirigida contra toda América” y no solo contra Venezuela, haciendo un llamado al pueblo estadounidense para prevenir una guerra. El régimen chavista también ha activado la ley de 'Comandos de Defensa Integral' para preparar al país para una eventual “lucha armada”. Esta respuesta militar y discursiva busca proyectar una imagen de fortaleza y unidad nacional frente a lo que perciben como una inminente agresión externa, en un intento de disuadir a Washington y consolidar el apoyo interno.













