Esta declaración sugiere que la Casa Blanca contempla una “fase dos” en su campaña de presión, que podría implicar incursiones en territorio venezolano. El anuncio se produjo poco después de que Trump confirmara haber autorizado a la CIA para realizar operaciones encubiertas en el país, lo que indica una estrategia de doble vía: acciones clandestinas de inteligencia y la posibilidad de una intervención militar directa. La amenaza de operaciones terrestres ha generado una fuerte reacción regional.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, expresó su preocupación por las repercusiones que una acción de este tipo podría tener para su país. “Sé qué puede pasar en Colombia, y esa es mi responsabilidad, si allá caen misiles o, como anuncian hoy, si empieza por tierra una actividad violenta de agentes de la CIA”, advirtió Petro, rechazando explícitamente la iniciativa. La posibilidad de una incursión terrestre intensifica el temor en Caracas de que el objetivo final de Washington sea un cambio de régimen por la fuerza, más allá de la lucha contra el narcotráfico.