Estas declaraciones sugieren un intento de Caracas por negociar, aunque fueron negadas por funcionarios venezolanos.

Durante un encuentro con periodistas en la Casa Blanca, Trump fue contundente en su afirmación: “Ha ofrecido todo.

¿Y saben por qué?

Porque no quiere joder con Estados Unidos”.

Esta declaración se produjo en un contexto de alta tensión, con el despliegue de buques de guerra estadounidenses y ataques a embarcaciones cerca de Venezuela. La aseveración de Trump refuerza la narrativa de su administración de que la presión militar y diplomática está debilitando al gobierno de Maduro. Informes de medios como The New York Times y el Miami Herald respaldan parcialmente esta idea, al señalar que funcionarios venezolanos habrían propuesto en secreto a Washington un acceso preferencial al petróleo y otros recursos naturales a cambio de un alivio en las sanciones y una desescalada militar. Sin embargo, la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, negó categóricamente la existencia de estas conversaciones, calificando el reporte del Miami Herald como “FAKE”. Analistas consideran que, independientemente de la veracidad de las ofertas, las declaraciones de Trump forman parte de una estrategia de presión psicológica, diseñada para proyectar una imagen de un régimen venezolano desesperado y al borde del colapso, buscando con ello fracturar la cohesión interna del chavismo y justificar su política de mano dura.