En respuesta a la creciente presión y a las amenazas de Estados Unidos, el gobierno de Nicolás Maduro ha ordenado la activación de planes de defensa y el despliegue de fuerzas militares en zonas estratégicas del país, incluyendo estados fronterizos con Colombia y barriadas de Caracas. Como parte de su reacción a la presencia militar estadounidense en el Caribe y a las declaraciones de Donald Trump, Maduro anunció la puesta en marcha del plan ‘Independencia 200’. Esta estrategia incluye la activación de las Zonas Operativas de Defensa Integral (ZODI) en los estados de Táchira, Apure y Amazonas, todos fronterizos con Colombia. El objetivo, según el gobierno, es garantizar la “defensa integral” y la “preparación integral para la defensa” del territorio venezolano.
El despliegue no se ha limitado a las fronteras. Las autoridades también activaron el plan en Caracas y en el estado de Miranda, donde habitan cerca de siete millones de personas.
Maduro hizo un llamado a ciudadanos, militares y policías para activar “toda la fuerza de defensa integral” y proteger infraestructuras clave.
El ministro de Interior, Diosdado Cabello, reiteró que el país se mantiene en “resistencia activa y prolongada” ante “la agresión, el asedio y los ataques del imperialismo”.
Adicionalmente, Maduro convocó a la creación de “brigadas milicianas” integradas por pueblos indígenas para defender al país “si fuese necesario”. Estas maniobras militares y la retórica de defensa nacional buscan proyectar una imagen de unidad y fortaleza frente a lo que el chavismo califica como una amenaza inminente de invasión para “robar” los recursos naturales de Venezuela.
En resumenLa respuesta de Venezuela a las acciones de Estados Unidos ha sido una movilización militar y cívico-militar a nivel nacional. A través del 'Plan Independencia 200' y la activación de las ZODI, el gobierno de Maduro busca preparar al país para una posible agresión externa, al tiempo que refuerza su narrativa de resistencia antiimperialista.