El gobierno de Venezuela ha solicitado una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para denunciar lo que considera una “escalada de agresiones” por parte de Estados Unidos. Esta acción diplomática busca frenar los planes de agresión y alertar a la comunidad internacional sobre el riesgo de un ataque armado inminente. Ante el despliegue militar estadounidense en el Caribe, que incluye buques de guerra, aviones de combate y un submarino nuclear, Venezuela formalizó su denuncia ante la ONU. El embajador venezolano, Samuel Moncada, advirtió en una carta al Consejo sobre el “claro peligro para la paz y la estabilidad de América Latina y el Caribe” que representan estas maniobras.
Caracas argumenta que las acciones de Washington, como los bombardeos a embarcaciones civiles, constituyen una “gravísima violación del Derecho Internacional” y una amenaza directa a su soberanía.
El gobierno de Maduro sostiene que es “racional pensar que en el muy corto plazo se va a ejecutar un ataque armado contra Venezuela” y acusa a EE.
UU. de desarrollar una campaña de desinformación para criminalizar al país y justificar una intervención. La solicitud de la reunión de urgencia fue apoyada por China y Rusia, miembros permanentes del Consejo y aliados de Venezuela.
Durante la sesión, países como Francia, Grecia y Dinamarca pidieron retomar el diálogo y respetar el Derecho Internacional. La Misión Permanente venezolana ante la ONU exigió la “rendición de cuentas al Gobierno de Estados Unidos” y demandó la adopción de “medidas urgentes que impidan una escalada militar en el Caribe”, una zona declarada de paz por la CELAC en 2014.
En resumenAl llevar su denuncia al Consejo de Seguridad de la ONU, Venezuela ha internacionalizado la crisis con Estados Unidos, buscando el respaldo de la comunidad internacional para frenar lo que califica como una amenaza de ataque armado. Con el apoyo de aliados como Rusia y China, Caracas intenta utilizar la vía diplomática para contrarrestar la presión militar de Washington y exigir el respeto al derecho internacional.