La designación del grupo criminal Tren de Aragua como Organización Terrorista Extranjera (OTE) también ha sido utilizada para reforzar esta narrativa.

La segunda justificación se enfoca en la migración.

Trump ha acusado a Venezuela de “vaciar sus cárceles y hospitales psiquiátricos” para enviar criminales y personas con problemas de salud mental hacia territorio estadounidense, alimentando así un discurso que estigmatiza a la migración venezolana. El gobierno de Caracas ha rechazado categóricamente estas acusaciones, calificándolas como una campaña de desinformación para legitimar una agresión.

El jefe negociador del gobierno venezolano, Jorge Rodríguez, ha señalado que el despliegue militar estadounidense en el Caribe, en realidad, “deja la vía libre” a los narcotraficantes, quienes, según él, utilizan principalmente la ruta del Pacífico.

Además, un informe desclasificado del Consejo Nacional de Inteligencia de EE. UU. indicó que es probable que el gobierno venezolano no tenga una política de cooperación con el Tren de Aragua.