Estas acciones han elevado drásticamente la tensión con Venezuela y han generado preocupación en la comunidad internacional. Desde septiembre de 2025, la administración Trump ha ordenado al menos cinco operativos militares contra lanchas en el Caribe, resultando en la muerte de al menos 27 personas. El presidente Trump ha anunciado personalmente varios de estos ataques a través de su red social Truth Social, acompañando sus mensajes con videos de las explosiones y afirmando que las embarcaciones estaban afiliadas a una "Organización Terrorista Designada (OTD)". Según Trump, la inteligencia estadounidense confirmó que los buques traficaban narcóticos y transitaban por rutas conocidas de narcoterrorismo. En uno de sus comunicados, autorizó un "ataque cinético letal" que resultó en la muerte de seis "narcoterroristas varones". Estas acciones son presentadas por Washington como parte de una ofensiva contra el narcotráfico y el crimen organizado en la región. Sin embargo, el gobierno venezolano ha condenado enérgicamente estos ataques, calificándolos como una "agresión directa" y una violación del derecho internacional.

Caracas sostiene que algunas de las embarcaciones pertenecían a pescadores locales y ha negado las acusaciones de narcotráfico, enmarcándolas en una campaña de desinformación para justificar una intervención militar. La falta de presentación de pruebas concluyentes por parte de Estados Unidos y la opacidad sobre la identidad de las víctimas han alimentado las críticas de organismos internacionales y de varios países de la región, que advierten sobre el riesgo de una escalada militar y la violación de derechos humanos bajo el pretexto de la lucha antidrogas.