Estas acciones buscan proyectar una imagen de fuerza y unidad nacional frente a lo que Caracas califica como "amenazas imperialistas".

El presidente Maduro anunció el inicio del "Plan Independencia 200", un ejercicio de "activación integral de todos los planes de defensa y ofensiva permanente" en los estados costeros de Carabobo y La Guaira.

Este último alberga el principal aeropuerto internacional del país.

El despliegue incluye la movilización de tropas, la activación de redes de vigilancia con drones y la participación de la milicia, un cuerpo civil armado afín al chavismo.

Además, Maduro hizo un llamado a conformar "brigadas milicianas indígenas" para defender la soberanía nacional "si fuese necesario".

En discursos públicos, el mandatario ha sido enfático: "¿Qué creen, que nuestro pueblo se va a rendir?

Jamás, aquí no se rinde nadie, carajo".

Apoyándose en encuestas afiliadas a su gobierno, afirmó que entre el 80% y 85% de la población está lista para luchar por la patria. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, confirmó que los ejercicios se basan en la "hipótesis de una agresión militar" de Estados Unidos. Esta demostración de fuerza es la respuesta directa de Caracas al despliegue naval y aéreo de Washington, que el régimen venezolano interpreta no como una lucha contra el narcotráfico, sino como el preludio de una invasión para forzar un cambio de gobierno.