Sin embargo, el propio Donald Trump reveló más tarde que tuvo una llamada "muy agradable" con Machado, felicitándola y asegurando que ella aceptó el premio "en su honor". En un gesto que avivó aún más la controversia, Machado dedicó el galardón "al pueblo sufriente de Venezuela y al presidente Trump por su decidido apoyo a nuestra causa", consolidando su imagen de aliada de la política de línea dura de Washington hacia Maduro. Este evento ha fortalecido el perfil internacional de Machado, pero también ha sido utilizado por el régimen para reforzar su narrativa de una oposición subordinada a intereses extranjeros.