Este gesto subraya la estrecha alianza entre la facción más visible de la oposición venezolana y la administración estadounidense. Horas después, el propio Trump confirmó haber mantenido una conversación telefónica con Machado, la cual describió como “muy agradable”. En una comparecencia ante la prensa, el mandatario, aunque bromeó sobre su deseo de haber ganado el premio, se atribuyó parte del mérito por el logro de la opositora. “La persona que recibió el Premio Nobel hoy me llamó y me dijo: ‘Estoy aceptando esto en tu honor porque realmente te lo merecías’.
Fue una cosa muy amable de su parte”, declaró Trump.
Añadió que la ha estado “ayudando en todo momento” porque “necesita mucha ayuda”.
Este intercambio público refuerza la narrativa de una colaboración directa y un respaldo mutuo, donde Machado reconoce a Trump como un aliado clave para la “liberación” de Venezuela, y Trump utiliza el galardón de Machado para validar su política exterior de máxima presión sobre el régimen de Maduro.












