Finalmente, la Casa Blanca rechazó la propuesta y suspendió los contactos diplomáticos, optando por mantener su línea dura de presión militar y sanciones. La revelación expone la dualidad de la estrategia de Maduro: una retórica desafiante en público y una disposición a negociar los recursos estratégicos del país en privado para asegurar su supervivencia política.