Por su parte, Estados Unidos insistió en que sus acciones militares tienen como objetivo combatir el crimen organizado y no al pueblo venezolano.
La reunión evidenció las divisiones en la comunidad internacional; mientras algunos países como Francia, Grecia y Dinamarca pidieron retomar el diálogo y respetar el derecho internacional, los aliados de Caracas respaldaron su denuncia de una amenaza inminente. El gobierno de Maduro espera que el Consejo de Seguridad determine la existencia de una amenaza para la paz y formule recomendaciones para “frenar los planes de agresión”.












