La orden fue transmitida a su enviado especial, Richard Grenell, quien lideraba las conversaciones.

Esta decisión, según fuentes oficiales citadas por los medios, refleja la frustración de Trump ante la negativa de Maduro a discutir su salida del poder y su insistencia en una estrategia de máxima presión, que incluye la amenaza militar y el cerco diplomático, por encima de cualquier acuerdo negociado.