En respuesta a la creciente presencia militar de Estados Unidos en el Caribe, el gobierno de Nicolás Maduro ha intensificado el entrenamiento de civiles a través de la milicia bolivariana. El programa, organizado por el partido de gobierno (PSUV) y las fuerzas armadas, busca preparar a la población para una posible “agresión” externa, en lo que Caracas describe como un ejercicio de defensa de la soberanía nacional. En diversas zonas del país, como Petare, La Guaira y Guarenas, se han difundido imágenes de voluntarios de todas las edades, tanto hombres como mujeres, recibiendo instrucción en tácticas de combate, manejo de armas y formación teórica. El gobierno ha desplegado una fuerte retórica bélica, con altos funcionarios como Maduro, Diosdado Cabello y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, asegurando que el país puede movilizar a “millones de combatientes” para defender la patria. La administración venezolana justifica estas medidas citando los ataques con misiles a embarcaciones y la presencia de una flotilla de guerra estadounidense como una amenaza seria.
El presidente Donald Trump, por su parte, ironizó sobre estos entrenamientos al publicar un video en su red social Truth Social con el comentario: “ULTRASECRETO: Hemos sorprendido a la milicia venezolana en el entrenamiento.
¡Una amenaza muy seria!”.
A pesar de que observadores internacionales consideran improbable un conflicto directo, el gobierno venezolano presenta la instrucción civil como un deber patriótico para reforzar la moral y la capacidad de resistencia del país.
En resumenAnte la escalada de tensión con Estados Unidos, el gobierno de Nicolás Maduro ha activado un programa de entrenamiento militar para civiles a través de la milicia bolivariana. Presentada como una medida de defensa nacional, la iniciativa busca preparar a la población para una eventual confrontación, mientras altos funcionarios aseguran que el país está listo para movilizar a millones de personas en defensa de su soberanía.