Según revelaron fuentes oficiales a The New York Times, Trump comunicó la instrucción de detener cualquier intento de negociación con Caracas durante una reunión con líderes militares.

La medida pone fin a los esfuerzos diplomáticos que lideraba Richard Grenell, quien había sostenido conversaciones directas con Nicolás Maduro y otros altos funcionarios venezolanos. La decisión refleja la frustración del mandatario estadounidense ante la negativa de Maduro a renunciar voluntariamente al poder y a reconocer los cargos por narcotráfico que Estados Unidos le imputa. De acuerdo con los informes, Maduro había enviado recientemente una carta a Trump proponiendo continuar las conversaciones a través de Grenell, pero los aliados de línea dura dentro del gabinete, como el secretario de Estado Marco Rubio, consideraron que estas gestiones diplomáticas solo generaban "confusión" en la estrategia hacia Caracas. La interrupción de los contactos es vista como un giro hacia una política más confrontacional, eliminando el diálogo como herramienta y abriendo la puerta a opciones más agresivas, incluyendo la posibilidad de una acción militar para forzar un cambio de régimen en el país suramericano.