La Corte Suprema de Estados Unidos ha autorizado al gobierno de Donald Trump a poner fin al Estatus de Protección Temporal (TPS) para cientos de miles de migrantes venezolanos. El fallo, emitido a través de una orden breve, aumenta la incertidumbre y el riesgo de deportación para una comunidad que había encontrado refugio legal en el país debido a la crisis humanitaria en su nación de origen. La decisión fue respaldada por la mayoría conservadora del tribunal, que ya había emitido un fallo similar en mayo, argumentando que "los argumentos legales de las partes y los daños relativos en general no han cambiado". Los tres jueces progresistas expresaron su disidencia, y la magistrada Ketanji Brown Jackson escribió una fuerte oposición, calificando la resolución como "otro grave uso indebido de nuestro expediente de emergencia". Jackson advirtió que la Corte estaba permitiendo a la Casa Blanca "perturbar tantas vidas como sea posible, tan rápido como sea posible".
El TPS fue otorgado a los venezolanos en marzo de 2021 por la administración de Joe Biden, en reconocimiento a la grave crisis política, económica y humanitaria en Venezuela. La administración Trump, sin embargo, sostiene que las condiciones en ese país ya no justifican la protección. La medida afecta a aproximadamente 300.000 venezolanos que, gracias al TPS, podían residir y trabajar legalmente en Estados Unidos.
Con esta autorización judicial, la administración Trump tiene vía libre para avanzar en la cancelación definitiva de un programa que había sido un salvavidas para miles de personas que huyeron de Venezuela.
En resumenLa decisión de la Corte Suprema de permitir la terminación del TPS para venezolanos representa un giro drástico en la política migratoria de Estados Unidos hacia esta comunidad. Al eliminar una de las protecciones humanitarias más importantes, el fallo alinea al poder judicial con la postura de línea dura de la administración Trump, dejando a cientos de miles de personas en una situación de vulnerabilidad y ante un futuro incierto.