La medida ha sido criticada por legisladores demócratas, quienes acusan a Trump de eludir la autoridad constitucional del Congreso para declarar la guerra. La decisión de enmarcar la lucha antinarcóticos como un conflicto armado formal es un cambio drástico en la política estadounidense, que tradicionalmente la había tratado como un asunto de aplicación de la ley. La administración ha vinculado esta declaración a organizaciones específicas que ha designado como terroristas, incluyendo el Cartel de los Soles, al que acusa a Nicolás Maduro de liderar.
