UU. lanzar misiles sobre aguas de soberanía extranjera".

Esta postura lo ha enfrentado directamente con la administración Trump, que considera a Colombia un aliado estratégico en la región. El mandatario colombiano ha rechazado la narrativa de Washington sobre la lucha antinarcóticos, argumentando que las acciones militares, como el hundimiento de embarcaciones, son "asesinatos". Además, ha acusado a Estados Unidos de convertir el Caribe, que había sido acordado como una "zona de paz", en una "zona de agresión y colonización", advirtiendo que las consecuencias de estos hechos serán negativas para la historia de la región. Esta defensa vehemente de Venezuela ha tenido un alto costo diplomático para Petro.

Su llamado a los soldados estadounidenses a desobedecer las órdenes del presidente Trump durante una manifestación en Nueva York fue el detonante para que el Departamento de Estado le revocara la visa, generando una crisis sin precedentes en las relaciones bilaterales. A pesar de ello, Petro ha mantenido su postura, llegando a pedir la articulación de las fuerzas militares de la región, incluyendo las de Venezuela, "sin miedo" para defender la soberanía latinoamericana.