Mencionó específicamente a Venezuela, declarando: "Veremos qué pasa con Venezuela. Venezuela ha sido muy peligrosa con las drogas y otras cosas".

Esta declaración ante la cúpula militar refuerza la narrativa de que el gobierno venezolano representa una amenaza directa para la seguridad estadounidense, vinculando la crisis migratoria interna con el narcotráfico regional. Por su parte, el secretario Hegseth impartió un discurso centrado en recuperar un "estándar masculino" en el ejército, eliminando la "basura ideológica woke" y criticando a los militares con sobrepeso.

Ordenó a los generales "prepararse para la guerra", subrayando que "solo quienes están dispuestos a librar una guerra para defenderla merecen la paz".

Esta reunión ha sido interpretada como una consolidación del poder de Trump sobre las fuerzas armadas y una preparación ideológica para justificar futuras acciones militares, tanto a nivel doméstico como en el extranjero, con Venezuela como uno de los focos de atención.