Esta medida representaría un cambio significativo, pasando de operaciones en aguas internacionales a acciones directas en suelo soberano.
Según la cadena NBC News, que cita a cuatro fuentes anónimas con conocimiento de las conversaciones, las opciones que se barajan incluyen ofensivas selectivas con drones contra individuos específicos y laboratorios de producción de drogas.
Aunque el presidente Donald Trump aún no habría aprobado una orden definitiva, los planes podrían activarse "en pocas semanas".
Esta estrategia surge, según las fuentes, de la percepción en Washington de que el gobierno de Nicolás Maduro no está actuando de manera efectiva para detener el tráfico de drogas desde su país y de la frustración porque los ataques marítimos previos no han debilitado el control de Maduro. The New York Times también reportó que altos asesores, como el secretario de Estado Marco Rubio, están presionando para forzar la salida del mandatario venezolano. El gobierno de Trump justifica su postura al calificar a Maduro como el líder del "Cartel de los Soles" y una amenaza para la seguridad de EE.
UU.
En este contexto, Trump ha declarado que su país monitoreará "muy seriamente" las rutas terrestres de los carteles, sugiriendo un cambio de enfoque desde el mar hacia el interior del territorio. El canciller venezolano, Yván Gil, rechazó estas insinuaciones en la ONU, afirmando que su país no es una amenaza para nadie.