Las declaraciones van desde advertencias sobre un conflicto mayor hasta el respaldo a las posturas críticas contra la política estadounidense. El expresidente de Bolivia, Evo Morales, emitió una de las advertencias más contundentes, afirmando que «Venezuela puede ser un segundo Vietnam para Estados Unidos». Con esta declaración, Morales ratificó su llamado a defender al gobierno de Nicolás Maduro y sugirió que una intervención militar estadounidense encontraría una fuerte resistencia que podría derivar en un conflicto prolongado y costoso para Washington.

Por otro lado, Cuba, un aliado histórico de Venezuela, ha matizado el alcance de su apoyo. El vicecanciller Carlos Fernández de Cossío aclaró en una entrevista que, si bien La Habana respalda políticamente a Maduro, no tiene intención de involucrarse en un conflicto bélico con Estados Unidos en defensa de Venezuela.

Esta postura delimita el apoyo cubano al ámbito diplomático, descartando una intervención militar.

En Venezuela, figuras de alto rango como Diosdado Cabello, ministro del Interior, han elogiado a otros líderes regionales que han confrontado a Estados Unidos. Cabello pidió un aplauso para el presidente colombiano Gustavo Petro, destacando su «claridad y valentía» al criticar a la administración Trump en la ONU, lo que refleja la búsqueda de alianzas ideológicas por parte del chavismo en medio de su aislamiento.